Cogemos la mano del niño y la sujeta en posición
horizontal con la palma hacia arriba. Comienzamos a hacer cortes imaginarios en el brazo del niño, mientras
recitamos la cantinela, desde la mano hasta la axila
donde terminamos haciéndole cosquillas.
Fui a la carnicería
y me dijo el carnicero
que no te cortara por aquí,
ni por aquí, ni por aquí,
ni por aquí, ni por aquí,
sino por aquí, por aquí, por aquí.